Del 24 de Octubre al 22 de Noviembre.
Signo de agua. Regido por Plutón.
Sus Rasgos
Escorpio posee una inteligencia perspicaz, inconformista y frecuentemente contestataria. Aprecia el peligro y se muestra tanto más arrojado cuanto mayores sean el riesgo y la incertidumbre de los desafíos del destino. Es a menudo inconformista de mente preclara y lúcida, dispuesto a afrontar cualquier reto por extravagante que pueda parecer.
Su Carácter
Se caracteriza por tener la mirada incisiva, de ojos que percuten en el prójimo escrutándolo y ejerciendo una especie de hechizo que puede desencadenar la inquietud, primero, y más tarde la incomodidad, ya que Escorpio no se retrae ante las miradas desafiantes. No presta oídos a los improperios ni se reblandece ante las alabanzas, por lo que es difícil que pierda la serenidad o que rehuya las miradas, aunque también puede ser temeroso e incapaz de callar.
Las sonrisas de Escorpio no se esbozan por compromiso, son sinceras. No se deja avasallar, y es difícil engañarlo o manejarlo.
Si alguien nacido bajo este signo expresa palabras amables o reconoce unos méritos determinados, a buen seguro que son sinceras y que se ha hecho algo digno de recibir aplauso.
Escorpio es respetado por seguidores y también por rivales, temerosos de plantarle cara.
Es fiel a los amigos y tiene un elevado concepto de la amistad. Acude a auxiliar a sus amigos sin condiciones. También guarda en la memoria a las personas que han sido benignas con él y, si llega el caso de devolver el favor, cumple generosamente. De igual manera, recuerda si alguien lo ha herido o perjudicado; y si tienen ocasión, devuelve el daño encajado.
Es ambicioso y cuida bien sus posesiones, aunque no ostenta un ansia de acumular. Aguarda al acecho el momento en el que se presente la ocasión de progresar.
El Amor
Escorpio sólo se entrega cuando ha comprobado que tiene junto a sí a una persona en la que puede depositar confianza plena; entonces guarda fidelidad y devoción por siempre.
El hombre Escorpio otorga gran relevancia al erotismo. Si se deja llevar por el instinto, es lascivo y más propenso a vivir intensas relaciones que a dejarse guiar por el afecto en pos de un amor duradero. En sentido contrario, hay quien reprime el instinto peligrosamente y vive atormentado por la angustia, que le provoca un sentimiento de culpabilidad, el cual puede reducirlo a una mísera sombra a merced del temor.
La mujer Escorpio concede también mucho valor al erotismo, sabe blandir las armas de la seducción y prefiere experimentar intensas pasiones no muy largas a compartir la vida con un solo compañero. El matrimonio le puede resultar aburrido si dura mucho tiempo.
El Sexo
La mujer Escorpio en la unión física con el hombre que ama muestra una sensibilidad que la transporta hacia una satisfacción plena. Se deja conquistar aunque en la relación no es pasiva, sino que acude hacia el amado abreviando casi la mitad del trecho de la expresión sexual. Es una mujer original, enigmática y provocadora que responde de manera apasionada cuando el hombre la posee y se somete en una apoteosis de la unión que proporciona el éxtasis mutuo. No perdona que no se la ame apropiadamente, tanto en el lecho como fuera de él. Así, cuando el hombre la agravia, aunque sea involuntariamente, tal vez se vengue empleando el recurso de la negación del acto sexual.
El sexo nunca es vulgar para la mujer Escorpio y reclama que la amen no sólo por el atractivo físico, sino también por su personalidad íntegra. Tal vez, al principio de la relación, desempeñe el papel dominante en el acto amoroso. Hace el amor de una manera devoradora, concentrada, lo que ocasiona momentos mágicos y memorables, ya que tiende a contemplar el acto amoroso como algo sagrado y silencioso.
El Hombre Escorpio está dotado de un raro magnetismo que le garantiza obtener a la mujer por la que se sienta atraído, a la que proporciona deleite sexual. Para el varón Escorpio el sexo es la razón de la vida y de la muerte, de ese modo, cuando el hombre halla por fin a la amante apropiada, manifiesta una concepción del sexo pura y no contempla las experimentaciones al margen de la relación con la pareja. No entiende el sexo como un juego ni como un pasatiempo trivial, ya que para él representa la clave de la existencia humana.
Si sospecha un engaño, o descubre que la amada lo traiciona, se despiertan los ardientes celos de Escorpio, lo que puede desencadenar una venganza, pues siente una necesidad compulsiva cuando descubre la infidelidad.
Durante la unión sexual, tiene la certeza de que la lealtad y el apasionamiento sexual que revela son suficientes y deben bastar para demostrar a la mujer que la ama sin condiciones.
El Manto de la Luna 