¿Cuál es tu color?

¿Sabías que todos tenemos un color según nuestro signo del zodiaco? Y que este color dice mucho de nosotros.

LOS COLORES SEGÚN EL SIGNO

ARIES: Rojo.

TAURO: Amarillo, verde, marrón.

GÉMINIS: Amarillo, gris, plateado.

CÁNCER: Blanco, plateado.

LEO: Naranja, amarillo, dorado.

VIRGO: Amarillo, verde, marrón.

LIBRA: Rosa, verde, azul, magenta.

ESCORPIO: Rojo.

SAGITARIO: Azul, magenta, índigo, morado, violeta.

CAPRICORNIO: Verde oscuro, negro.

ACUARIO: Verde mar, gris, azul, azul turquesa, plateado, índigo, violeta, morado.

PISCIS: Verde mar, azul, índigo, violeta, morado.

 

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Espero que te guste…

Acuario

Del 21 de enero al 19 de febrero.

Regido por Urano.

Sus Rasgos

Acuario presenta un talante abierto a todo lo que le depare el destino. Es una persona sociable con la necesidad de continua experimentación.

Está dotado de una notable sensibilidad humanitaria. Es arrojado y se presenta dispuesto a los cambios; de ahí su capacidad de adaptación a los tiempos y a las nuevas tendencias.

Su Carácter

Acuario posee un elevado concepto de la amistad, es leal y siempre está dispuesto a echar una mano.

De estatura ligeramente superior a la media, el nacido bajo el signo de Acuario presenta un porte digno.

El nacido entre las postrimerías de enero y los dos primeros tercios de febrero aprecia la libertad y la independencia, además de ser una persona generalmente dotada de un genio y un talento que le premiten la improvisación de recursos cuando otros están en un callejón sin salida. Por otro lado, acostumbra a ser tímido, delicado y está siempre dispuesto a acudir en ayuda de quien lo necesite.

Acuario es tolerante y tiene la mente abierta a cualquier fenómeno que se desarrolle delante de él. No es frecuente que sea prejuicioso y su espíritu fraternal le permite soportar los más extraños comportamientos y actitudes.

No es amigo de ataduras ni de compromisos; detesta las obligaciones y tener que cumplir un horario. Sin embargo, si se consigue que confirme que estará en un lugar a una hora determinada, no faltará.

Posee una gran memoria. También la habilidad de fijar su atención en diversos puntos de una misma estancia, de manera que al tiempo que mantiene un diálogo puede saber qué ocurre entre otras personas que traten de un asunto diferente, aun cuando parezca distraído.

No es mentiroso y rehuye la mala intención. Es poco partidario de prestar dinero o pedirlo.

El Amor

Acuario goza del don de la intuición con el que escudriña a las personas y descifra las ideas sin conmoverse, adivinando la verdad de forma ilógica y sin trabajo aparente.

En las relaciones personales, Acuario es un tanto despreocupado a causa de su ideal de perseguir la prosperidad de toda la humanidad.

Acuario vive el amor como una emoción independiente al margen del propio egoismo, por lo que conviene descubrirlo antes de gozarlo. La satisfacción corporal lo deja vacío y todavía deseoso de algo más que desconoce, porque no alcanza a comprender el milagro de la unión con la pareja, que es el enigma sagrado del amor.

El hombre Acuario siente la necesidad de experimentar las novedades que le depare el destino. Así se forja armónicamente a través de la unión con una mujer que comparta la percepción de la realidad y la concepción de las relaciones humanas. Sólo así brinda afecto sincero y prodiga  una entrega incondicional.

La mujer Acuario es inconformista e independiente, ya que es partidaria de las relaciones fundamentadas en la libertad, sin compromisos sentimentales, por lo que aprecia más la vida comunitaria que la conyugal.

El Sexo

Para la mujer Acuario la sexualidad no es más que un aspecto de la existencia, por lo que el hombre no ha de entender que no lo necesita cuando se muestra ausente en la intimidad sexual. Por esa razón, la mujer Acuario ha de esmerarse en reaccionar ante los embates sexuales del compañero con entusiasmo sincero y apasionado, recibiendo las muestras de afecto jubilosamente expectante, si no quiere que se temple el cariño hasta que el amor se extinga.

No se obsesiona por la voluptuosidad y el erotismo, aunque sí pueden despertar su curiosidad. Rara vez pide más de lo que se le da, por lo que obtiene una dichosa armonía en la relación sexual.

Cuando se enamora, se refugia en su yo más íntimo para tomarse el tiempo que le permita analizar esos nuevos sentimientos. La amistad es tan vital como la respiración para ella, que confía sinceramente en el hombre que ama si es un amigo leal, verdadero y noble, lo que la anima a ser además la compañera sexual y romántica más ardiente.

La mujer Acuario está tan enamorada de la vida que no entrega todas las ilusiones en un solo milagro porque piensa que la amistad ocupa el primer escalón del podio, el amor está en el segundo y el sexo (a pesar de su naturaleza placentera, la cual no hay que exagerar) en el tercer peldaño.

El hombre Acuario siempre se muestra admirado ante el milagro del acto amoroso, pues percibe todas las experiencias de la vida como si fuesen la primera; por ello las ha de paladear y degustar antes de decidirse por guardarlas o desecharlas. Ocurre también así en lo que se refiere al amor, donde se desenvuelve con aparente tibieza.

Puede ser variado y sorprendente, aunque ha de aprender a ser paciente para comprender y colmar los anhelos de afecto y caricias que experimentan algunas mujeres en el acto amoroso, las cuales a base de esmero y de indulgencia con respecto a la singularidad sexual, afectiva y emocional de Acuario, logran deleitarse, ya que es un amante sensible y considerado.

A pesar de todo, el sexo no goza de prioridad para el varón Acuario (aunque tampoco lo menosprecia) porque no reviste una importancia desmesurada y no lo considera el factor más relevante de una relación entre dos personas. Acuario no tiene facilidad para expresar con palabras cuánto necesita a la amada, pues a menudo le cuesta desenvolverse mediante el arte de las lisonjas y se siente torpe cuando ha de verbalizar los más profundos sentimientos y emociones.

La actitud de Acuario en relación con la intimidad sexual es tranquila y sosegada, en busca de la concordancia perfectamente armónica entre corazones y cuerpos. Solo cuando la amistad haya quedado comprobada, el varón Acuario vuelve la atención hacia la intimidad física, ya que se siente dichoso para brindar y recibir satisfacción sexual cuando está con una amante en la que pueda confiar completamente.

A menudo el instinto sexual del hombre Acuario se desarrolla lentamente, si bien cabe decir que no es así siempre, dado que en el varón Acuario destaca su virilidad.

Capricornio, el Signo Zodiacal del mes

Del 22 de Diciembre al 20 de Enero.

Signo de tierra. Regido por Saturno.

Sus Rasgos

Capricornio es una persona que no muestra notablemente las emociones y se protege tras un escudo, desde el que alimenta un empeño que le permite alcanzar grandes objetivos, ya que goza de una gran capacidad de atención.  Cuando logra el triunfo, es a menudo una victoria perdurable, pues la labor se ha cimentado en un considerable esfuerzo adecuadamente meditado y sin improvisación.

Capricornio no teme las dificultades, de tal manera que se siente retado a superarlas en pos del premio final, por el que tal vez haya de pagar un elevado tributo.

Es dificil de engatusar y de manejar mediante consejos, engaños o adulaciones. La cualidad más notable de Capricornio es la indiferencia tras la que persigue un propósito sin hacer caso de lo que le digan los demás.

Su Carácter

Capricornio es tenaz, constante y laborioso. Recela de quienes alardean de poder. No eleva la voz para dar muestras de arrogancia ni aparenta estar mejor dotado. Sin embargo, llegado el momento de la pugna, Capricornio, pleno de eficacia y de sentido práctico, obtendrá el triunfo.

No es aconsejable entrar en combate contra Capricornio, pues no retrocede y si tiene que llegar a un punto, obtener un triunfo o alcanzar una meta no cesa de pugnar hasta que logra su objetivo.

Es mañoso y de voz tranquila, que emana confianza. No conviene fiarse del aparente apocamiento, pues Capricornio posee una resitancia capaz de superar las tareas más ingratas y de superar las pruebas más exigentes.

Rara vez se entromete en lo que no le incumbe y no atiende a chismes y rumores.

El Amor

Capricornio no se siente tentado por las pasiones románticas ni por la liberación de los años de juventud, pues ha aprendido a conceder el justo valor a las cosas y aprecia la placidez y la dicha de los cuidados en los que puede depositar su confianza.

Sabe cuáles son los riesgos de dejarse conducir por el impulso, lo cual lo lleva a ser prudente y a no gastar fuerzas en albergar sentimientos intangibles.

El nativo de Capricornio entiende el amor como el trueque sosegado y digno de dicha mutua, puesto que la vida le ha enseñado que el amor no se ha de mesurar a través de las emociones ni de la pasión.

El hombre Capricornio analiza todos los factores de una relación antes de dar el paso hacia la unión sentimental. Una vez que haya dado el sí, será un compañero que aporte a la pareja seguridad y equilibrio.

La mujer Capricornio goza de un pragmatismo que dimana de un espíritu ambicioso. Con la vista puesta en el futuro más que en el pasado, se inclina a distribuir la vida afectiva y laboral sobre la solidez de una base firme. Esa falta de ternura, propia de la mujer Capricornio, puede llevarla a mostrarse demasiado egoísta y acentuadamente severa, lo que podría abocarla a la soledad si no trata de atenuar esas tendencias.

El Sexo

La mujer Capricornio no es celosa por naturaleza, aunque sí posesiva. No pretende largas horas de romanticismo preliminar y de susurros sentimentales antes de consumar la unión física. Tampoco le pide al amante que pase otras muchas murmurando tiernas zalemas una vez satisfecha la pasión del amor. La sensación natural y silenciosa de contigüidad que sigue a la unión sexual la complace y la colma.

Puede que no manifieste el amor por un hombre si él critica su comportamiento sexual por ser poco fogoso, ya que la mujer Capricornio representa lo contrario de la promiscuidad; o sea, el recato romántico y la lealtad sexual, ya que encuentra en el sexo una serena emoción que la atrae para reafirmar la relación con el hombre al que se ha comprometido a amar. Por ese motivo, la mujer Capricornio resulta sorprendentemente afable cuando confía en el varón con el que ejecuta el acto amoroso. Parece demasiado reservada y fría, pero aborda el acto sexual con una lenta voluptuosidad, ya que oculta en lo más recóndito de sí misma una pasión y un sentimiento insospechados. La frialdad exterior que presenta esta mujer encantadora, serena e independiente esconde un abismo de soledad interior que se ve incapaz de expresar. Sin embargo, puede querer mediante un amor estable y leal durante toda la eternidad, aunque tal vez se ruborice toda la vida ante la sexualidad, ya que a menudo el instinto sexual de  la hembra capricorniana se desarrolla con mucha lentitud. Una vez iniciada, no suele ser recatada ni acostumbra a extraviarse en juegos románticos, ya que es tan franca en su expresión sexual como en el resto de facetas de la vida. Posee la fuerza suficiente para convertir en realidad todo lo que anhele con vehemencia.

El hombre Capricornio expresa el amor físico con vehemencia y sin rodeos, si bien no carece de sutileza y ternura, hay momentos en los que puede parecer lo contrario. El varón Capricornio tiende a separar el sexo del amor. Para él el sexo es una forma de obterner la placidez y la calma. A medida que madura se aventura a expresarse lúdica y cariñosamente, ya que el hombre capricorniano es, de entre todos los amantes, el que siente la querencia a ser sorprendente durante la madurez; esto se debe a que a medida que envejece experimenta un rejuvenecimiento que lo vuelve más libre y atrevido, también en el aspecto sexual.

Desarrolla una intimidad física y un despliegue sexual profundos y constantes, pues posee un instinto sexual poderoso que no decae. Es poco locuaz en el sexo y no goza de una iniciativa demasiado ocurrente, pero aprende y, desde luego, aporta una silenciosa fortaleza y una gentileza sosegada que aplacan los temores que obsesionan a la mujer. En su personalidad más profunda es de un carácter jovial, amable, leal y cariñoso, aunque siempre un tanto posesivo con la compañera.

Sagitario, el Signo Zodiacal del mes.

Del 23 de noviembre al 21 de diciembre. Signo de Fuego. Regido por Júpiter.

Sus Rasgos

Sagitario respeta las normas medante una conducta justa y sobria. Resulta apasionado, presto a los cambios, aficionado al riesgo, a las actividades lúdicas y a los viajes, donde alimenta la apetencia de novedades al entablar vínculos con personas de pueblos y costumbres diferentes.

Valora la reputación y la admiración, pero también puede ser inconformista, poco metódico y con la mente veleidosa. Sin embargo, por lo general, acostumbra a mostrar una conducta alegre y apacible.

Su Carácter

El rasgo más notable de Sagitario es que suele hablar más de la cuenta y a destiempo. No lo hace con mala intención, ni con afán de molestar, Sagitario es así, crudamente sincero, por lo que es frecuente que hiera a los demás.

La amalgama de listeza, recursos e ímpetu resulta una combianción que proporciona al nacido bajo el signo de Sagitario un potencial magnífico para obtener notables triunfos en la vida. No entiende que a menudo no hace falta mentir, sino decir las cosas con más respeto, delicadeza y tacto.

Le excita librarse del peligro en el último momento, cuando todo parece perdido. Es generalmente afectuoso y siempre está dispuesto a echar una mano a los amigos.

Es una persona extrovertida, que dice las cosas directamente. No es bueno enemistarse con Sagitario dado que, si se siente atacado, la respuesta será beligerante y contundente.

Solo cuando entra en la edad adulta encaja de buen grado las obligaciones y responsabilidades de la vida. Vive con el convencimiento de que cada día es una oportunidad para mejorar el anterior.

Es propenso al romance y a las aventuras apasionadas, pero si alguien le sugiere un compromiso, se para y, tras sopesar pros y contras, a menudo rompe el vínculo.

No es buen guardián de confidencias, más bien todo lo contrario.

El Amor

El hombre Sagitario resulta un varón íntegro, sin embargo, es difícil que encuentre un amor que lo llene y corre el riesgo de padecer algunas separaciones.

La mujer Sagitario, es propensa a llevar una vida informal, al tiempo que mantiene el anhelo de lograr la seguridad. Afectivamente desea un compañero que le brinde una mejora social aunque, si en ella predomina la inclinación al crecimiento espiritual y no escoge seguir un objetivo supremo, no se deja prendar, y sigue una vida emancipada.

El Sexo

La mujer Sagitario tiene un actitud franca y sana en la relación sexual y responde espontáneamente a los abrazos y las muestras de amor de su compañero, colmando las necesidades físicas y espirituales con generosidad. Pero en ocasiones, tiende a provocar disputas que estimulen la emoción o el deseo de la pareja,  lo que puede ser negativo si se tiene en cuenta la particular inoportunidad de los comentarios punzantes que acostumbra a lanzar, no obstante, suele solucionar estas disputas con su pasión en el acto sexual.

Al igual que la expresión verbal de la mujer Sagitario, la actitud sexual es franca y sincera, circunstancia que atrae a determinados varones, ya que ama con deseo vehemente. Por otro lado se siente consumida por la sospecha de los celos cuando la respuesta masculina es sexualmente pasiva y no duda en acusar al compañero de traicionarla.

El hombre Sagitario, cuando está enamorado, se deja mecer confiadamente en los brazos de la amada, sin temor al rechazo ni al desengaño, expresando una familiaridad instintiva en la relación amorosa, fruto de una pasión cálida y naturalmente jovial. Pero al igual que la mujer, el hombre Sagitario, es celoso, sobre todo cuando su amada, le habla de amores pasados.

El varón Sagitario aborda el acto amoroso de manera apasionada a la vez que agrega un ingrediente de ternura conmovedora raramente espontánea. No se deja dominar y sigue una conducta también dura y agresiva. Ha de tomar la precaución de no hacer pensar a su amada que la necesidad que precibe se concentra obsesivamente en el sexo, es decir, conviene que se aplique en mostrar que lo que siente es más que una mera relación física. Cuando es capaz de expresar así el amor, obra el milagro de inspirar a la amada  una entusiasta respuesta a las caricias y los besos.

Escorpio, el signo zodiacal del mes

Del 24 de Octubre al 22 de Noviembre.

Signo de agua. Regido por Plutón.

Sus Rasgos

Escorpio posee una inteligencia perspicaz, inconformista y frecuentemente contestataria. Aprecia el peligro y se muestra tanto más arrojado cuanto mayores sean el riesgo y la incertidumbre de los desafíos del destino. Es a menudo inconformista de mente preclara y lúcida, dispuesto a afrontar cualquier reto por extravagante que pueda parecer.

Su Carácter

Se caracteriza por tener la mirada incisiva, de ojos que percuten en el prójimo escrutándolo y ejerciendo una especie de hechizo que puede desencadenar la inquietud, primero, y más tarde la incomodidad, ya que Escorpio no se retrae ante las miradas desafiantes. No presta oídos a los improperios ni se reblandece ante las alabanzas, por lo que es difícil que pierda la serenidad o que rehuya las miradas, aunque también puede ser temeroso e incapaz de callar.

Las sonrisas de Escorpio no se esbozan por compromiso, son sinceras. No se deja avasallar, y es difícil engañarlo o manejarlo.

Si alguien nacido bajo este signo expresa palabras amables o reconoce unos méritos determinados, a buen seguro que son sinceras y que se ha hecho algo digno de recibir aplauso.

Escorpio es respetado por seguidores y también por rivales, temerosos de plantarle cara.

Es fiel a los amigos y tiene un elevado concepto de la amistad. Acude a auxiliar a sus amigos sin condiciones. También guarda en la memoria a las personas que han sido benignas con él y, si llega el caso de devolver el favor, cumple generosamente. De igual manera, recuerda si alguien lo ha herido o perjudicado; y si tienen ocasión, devuelve el daño encajado.

Es ambicioso y cuida bien sus posesiones, aunque no ostenta un ansia de acumular. Aguarda al acecho el momento en el que se presente la ocasión de progresar.

El Amor

Escorpio sólo se entrega cuando ha comprobado que tiene junto a sí a una persona en la que puede depositar confianza plena; entonces guarda fidelidad y devoción por siempre.

El hombre Escorpio otorga gran relevancia al erotismo. Si se deja llevar por el instinto, es lascivo y más propenso a vivir intensas relaciones que a dejarse guiar por el afecto en pos de un amor duradero. En sentido contrario, hay quien reprime el instinto peligrosamente y vive atormentado por la angustia, que le provoca un sentimiento de culpabilidad, el cual puede reducirlo a una mísera sombra a merced del temor.

La mujer Escorpio concede también mucho valor al erotismo, sabe blandir las armas de la seducción y prefiere experimentar intensas pasiones no muy largas a compartir la vida con un solo compañero. El matrimonio le puede resultar aburrido si dura mucho tiempo.

El Sexo

La mujer Escorpio en la unión física con el hombre que ama muestra una sensibilidad que la transporta hacia una satisfacción plena. Se deja conquistar aunque en la relación no es pasiva, sino que acude hacia el amado abreviando casi la mitad del trecho de la expresión sexual. Es una mujer original, enigmática y provocadora que responde de manera apasionada cuando el hombre la posee y se somete en una apoteosis de la unión que proporciona el éxtasis mutuo. No perdona que no se la ame apropiadamente, tanto en el lecho como fuera de él. Así, cuando el hombre la agravia, aunque sea involuntariamente, tal vez se vengue empleando el recurso de la negación del acto sexual.

El sexo nunca es vulgar para la mujer Escorpio y reclama que la amen no sólo por el atractivo físico, sino también por su personalidad íntegra. Tal vez, al principio de la relación, desempeñe el papel dominante en el acto amoroso. Hace el amor de una manera devoradora, concentrada, lo que ocasiona momentos mágicos y memorables, ya que tiende a contemplar el acto amoroso como algo sagrado y silencioso.

El Hombre Escorpio está dotado de un raro magnetismo que le garantiza obtener a la mujer por la que se sienta atraído, a la que proporciona deleite sexual. Para el varón Escorpio el sexo es la razón de la vida y de la muerte, de ese modo, cuando el hombre halla por fin a la amante apropiada, manifiesta una concepción del sexo pura y no contempla las experimentaciones al margen de la relación con la pareja. No entiende el sexo como un juego ni como un pasatiempo trivial, ya que para él representa la clave de la existencia humana.

Si sospecha un engaño, o descubre que la amada lo traiciona, se despiertan los ardientes celos de Escorpio, lo que puede desencadenar una venganza, pues siente una necesidad compulsiva cuando descubre la infidelidad.

Durante la unión sexual, tiene la certeza de que la lealtad y el apasionamiento sexual que revela son suficientes y deben bastar para demostrar a la mujer que la ama sin condiciones.

Libra, el Signo Zodiacal del mes

Del 24 de Septiembre al 23 de Octubre. Signo de aire, regido por Venus.

Sus Rasgos

El nacido bajo el signo de Libra presenta como cualidades más notables la discreción, la cortesía y el tacto. Vive sumido en una frecuente indecisión, ya que mantiene la inquietud de escoger lo más adecuado para cada caso. Hay algunos Libra con pánico a la soledad, lo que los lleva a una constante búsqueda de relaciones, llegando a carecer de criterio y a tolerar cualquier compañía.

Su Carácter

La sonrisa del nacido bajo el signo de Libra es el arma infalible que le abre las puertas y los corazones.

No es extraño que dedique un período a ejercer una labor con tanta intensidad que los que estén alrededor acusen la fatiga de una persona que no ceja en la tarea, y concluída la faena, se desparrama en un asiento y permanece sin mover un dedo hasta que recupera el aliento. En esos casos, da la imagen de ser haragán, perezoso, pero al final del descanso, Libra siente la necesidad de volver al trabajo.

No soporta que le metan prisa, porque entonces se bloquea. La indecisión del carácter de Libra no se reconoce por regla general, es frecuente que Libra niegue que siempre está sopesando qué camino tomar en un cruce; ahora bien, una vez que se ha decidido, ya no da marcha atrás, pues la deliberación, el tiempo que emplea en revisar los pros y los contras de un asunto determinado, le ahorra el reconocimiento de haber seguido un sendero errado y no habrá de rectificar.

El Amor

El hombre Libra alberga una profunda capacidad afectiva, resulta un amante de personalidad armónica, apreciblemente juicioso, que da más valor a las cualidades interiores de la mujer que a los aspectos exteriores.

En cuanto a la mujer Libra, es exigente y anhela hallar al compañero ideal, ya que considera crucial que reine la armonía en la vida conyugal. La mujer Libra aspira a ser la compañera ideal y muestra una disposición plena si se la aprecia, comprende y respeta, por lo que no tiene reparos en ser gregaria del hombre, el cual en demasiadas ocasiones no cumple sus expectativas y la decepciona.

El Sexo

La mujer Libra es la más eficaz para animar al compañero, que se transforma en un cariñoso y retozón amante cuando está a merced de una Libra sonriente, encantadora y melosa. Irradia un aire incuestionablemente sensual, al tiempo que se desenvuelve con refinamiento y decoro, pues detesta la grosería, la aberración, la obscenidad y la chabacanería.

La mujer Libra necesita culminar el acto amoroso en un clima romántico ya que, al ser sensible e intuitiva, sabe cuándo el amado siente un deseo inflamado, que desde luego sabe colmar.

Es una mujer etérea, que desea y necesita que la traten, la adoren y la amen como a una diosa, a base de elocuencia y de una entrega completa, y se deshace cuando la idolatran. Por el contrario, la crítica puede enfriar el entusiasmo de la devoción, tornándola impasible y frígida. Necesita oir todos los días y a todas horas que el compañero la ama.

El hombre Libra en el sexo es dulce, poético, seductor, romántico y considerado, rasgos que provocan una placentera sensación a la amada que, sin embargo, a veces desearía que Libra fuese un poco menos evanescente y más material.

El hombre Libra adolece de falta de pasión explosiva porque no es vehemente ni capaz de experimentar el amor de la misma manera que lo viven otras personas más emocionales. Tal vez esté más enamorado de la mente y del alma de la amada que de su cuerpo. Si la amada está a la altura de la imagen idealizada que tiene Libra, éste será el más fiel amante que se pueda esperar. En caso contrario, le resulta imposible manifestar el afecto y otorgar una muestra física de amor si se ha visto en ridículo por cualquier tontería.

Virgo, el Signo Zodiacal del mes

Del 24 de agosto al 23 de septiembre.

Signo de Tierra. Regido por Mercurio.

Sus Rasgos

La persona Virgo alberga una gran capacidad mental para sopesar, clasificar, y desechar lo inútil y seleccionar lo importante. Goza de una inteligencia que escudriña el núcleo de las cosas,  es sistemático y ordenado y con mucha pericia.

El nacido bajo el signo de Virgo posee un espíritu pesimista, que lo sume en períodos de tristeza en los que abriga intenciones destructivas; pero si sabe canalizarse mediante la habilidad y bajo el designio de la voluntad logra la perfección hasta la sublimación.

A veces padece una preocupación tal vez excesiva con respecto a la higiene corporal y la salud.

Su Carácter

Vive pendiente de lo que le ocurre a él y a su entorno.

Es cauto en lo que se refiere a la entrega de afecto y al gasto de los caudales, pues en tales asuntos prefiere obrar con prudencia. Económicamente es mesurado, cauto y sensato. Es sincero, leal, paciente y puntual. No le gusta expresar exageradamente los sentimientos y detesta lo ordinario, la inmundicia y la holgazanería. 

La predisposición a ayudar a los demás y la generosidad con la que prodiga apoyo llega hasta donde considera que es suficiente (casi siempre es generosamente razonable), sin embargo, puede dar la impresión de egoísmo, ya que nunca da más allá de ese límite; es entonces cuando es capaz de ponerse duro y emplear la negativa si tiene la impresión de que ha dado de sí más de lo que se le requería.

El Amor

Virgo concibe el amor como la entrega completa de la persona. Es bondadoso, dócil y muy devoto con el compañero, pues guarda el sentido del amor en un rincón del corazón.

El hombre Virgo es un tanto frío sentimentalmente y rara vez se deja arrastrar por la pasión. Sin embargo es exigente con la compañera y, si no halla la que lo satisfaga plenamente, no tiene reparo en llevar una existencia solitaria.

La mujer Virgo es práctica y poco dada a extraviarse en ensueños y grades veleidades, por lo que aspira a lograr la perfección. Por lo general, siente la sexualidad como algo impuro, y requiere desprenderse de los tabúes para encauzar el afecto armónicamente.

El Sexo

La mujer Virgo aborrece la vulgaridad hasta el punto de que normalmente la enfría. El compañero ha de cuidarse de no herir su delicadeza, asegurándose siempre de tratarla durante el acto amoroso con ternura y dulzura, así como no mostrándose molesto cuando ella prefiera demostrarle afecto mediante procedimientos diferentes al mero contacto físico, pero también quiere que le demuestre que la desea.

La mujer Virgo no puede querer a un hombre que no conquiste su respeto, sin embargo, la cautivadora sencillez de la actitud sexual que muestra despierta en el amante lo má exquisito del talento erótico y los anhelos secretos de lograr un maravilloso éxtasis mediante la unión sexual.

En los momentos íntimos del hombre Virgo predomina la ternura, que eclipsa el erotismo o la pasión; detesta una relación obscena y vulgar en la que no haya romance y afecto.

Requiere más ratos de soledad que la mayor parte de los hombres de los demás signos. Debido a que no tiene por costumbre escoger como compañera a una mujer frívola, llega el día en el que siente el hastío de tantos escarceos, y es entonces cuando está preparado para establecer un vínculo prolongado.

Cuando el hombre Virgo exhibe una personalidad serena y normal, el acto amoroso constituye una consumación pacífica de la pasión.

Si sospecha o comprueba una respuesta de rechazo por parte de la amada, ante su peculiar concepción de la vida conyugal, cabe la posibilidad de que se vaya tornando cada vez más frío y desapegado. Cuando la relación no es ideal, pone en funcionamiento el pensamiento, y entonces no para hasta que encuentra el fallo. Es por eso por lo que desea aprender los secretos inimaginables de la unión sexual. Si alcanza a adiestrarse en la medida justa, el varón Virgo adquiere un sosiego y una quietud que canalizan con tacto los anhelos de la amada, que a su vez aprende el valor que poseen el afecto y a dicha.

Sólo ante la naturalidad de una compañera que le otorgue la seguridad y la confianza de que no lo lastimará, el hombre Virgo pierde el dominio de sí mismo y descubre al fin el caudal de entusiasmo que se oculta tras los sentimientos reprimidos.

Leo, el Signo Zodiacal del mes

Del 23 de julio al 23 de agosto.

Signo de fuego. Regido por el Sol.

Sus Rasgos

Leo es extremadamente vital. Persona segura de sí misma, plenamente consciente de los recursos de que dispone, ambiciona el poder y se siente gozoso si alcanza el éxito, sobre todo si se le reconoce colectivamente. Planta cara al destino con intención de encauzar la existencia y disfrutar de todos los momentos de la vida íntegramente, de forma que se sienta seguro.

Se guía estrictamente por objetivos materiales sin preocuparse del desarrollo interior ni de cultivar su espíritu.

El Leo que sepa mantener las riendas tensas para conducir fortaleza y energías, logrará desarrollar su personalidad armoniosamente.

No alberga maldad, es diáfano, desprecia el fingimiento y las intenciones enrevesadas.

Su Carácter

Leo es una persona orgullosa. En una conversación de varias personas, será el que lleve la voz cantante y al que todos presten atención, ya que si nota que no le hacen caso, dibuja en el rostro un mohín de disgusto hasta que alguien se interese por lo que le sucede.

Leo se siente convencido de que es más sabio que los demás; y sufre cuando no se ve respetado y admirado por los demás.

Sabe emplear la inteligencia y no acostumbra a perder tiempo en tareas baldías.

Leo rara vez acaba en soledad y menos aún deja transcurrir la vida sin compartirla. No deja pasar mucho tiempo desde que rompe una relación hasta que se embarca en un nuevo romance. Si alguien le ofrece echarle una mano para aligerar su carga, no consiente el más mínimo apoyo, se basta solo.

Es generoso cuando alguien le demanda ayuda económica, aunque por su orgullo, no será fácil que pida dinero prestado, a no ser que sea por una causa vital. Tampoco acostumbra a aceptar los consejos ajenos.

Es hábil en el mando y muy astuto para deshacerse de asuntos delicados que puedan ensuciarle las manos.

Leo reconoce el valor de la amistad y sabe ser leal.

El Amor

Leo ama con pasión, pues se deleita cuando lo quieren. Entiende el amor como el romance deslumbrante en el que se hacen realidad todas las ilusiones, pues vive enamorado del amor. Derrocha ternura, afecto y pasión.

El hombre Leo es apasionado y afectuoso, y entrega un amor sin condiciones, además de ser fiel, sincero y dadivoso. Pero si se tuerce cegado por el orgullo, se transforma en un sujeto egoista, autoritario e insensible capaz de desencadenar disgustos deplorables.

La mujer Leo alberga ese punto de orgullo que despierta la necesidad de verse reconocida por el prójimo y admirada. Precisa enamorarse de un hombre que suscite su admiración, por el que sienta un profundo amor y que posea el talento que ella desea venerar.

El Sexo

La mujer Leo combina el sexo y el afecto equilibradamente y entiende la forma de entregarse y recibir la satisfacción sexual sin romper el hechizo del romance.

Es arrogante y altiva con los desconocidos, pero cuando se ve rodeada por los brazos del hombre al que ha otorgado el privilegio de amarla, se transforma en una apasionada mujer que destila cariño y sexualidad, y desea inconscientemente que el amante ponga todo el empeño en colmarle las necesidades físicas, haciéndola sentirse venerada y vehementemente anhelada. Cuando se siente plenamente deseada y adorada, es capaz de desarrollar una pasión lujuriosa y salvaje.

Casi nunca es promiscua una vez que ha elegido a un amante digno de ella. Los celos pueden transformarla instantáneamente en una diosa gélida, a la que no le queda ni rastro de calor, ni sexual ni emocional.

El hombre Leo aborda la relación sexual con ardor y afabilidad y gusta de dominar a su amante tras conquistarla con dulzura protectora, lo que transforma la pasión en éxtasis en la unión entre un hombre y una mujer.

Tras una disputa se vuelve un amante generoso y almibarado. Prefiere emplear esta táctica, ya que es un tanto inhábil cuando ha de recurrir a las disculpas verbales.

Sabe  arreglárselas para convertir el acto físico en una demostración de dulzura, que proporciona a la amada una seguridad emocional que transforma el sexo en la expresión cálida del amor. Leo abre de par en par el corazón y el espíritu si siente que su pareja deposita su confianza en él; es por eso por lo que el hombre Leo inspira afecto y un irreprimible anhelo de estrecharlo entre los brazos.

Es más fiel, afable y tranquilo después del matrimonio que antes.  El hombre Leo que encuentra en casa adoración y afecto suficientes, jamás sale en busca de otras mujeres. Pero si descubre el engaño por parte de la mujer, será el fin de la relación.

Cáncer, el Signo Zodiacal del mes

Del 22 de junio al 22 de julio.
Signo de agua, regido por la Luna.

Sus rasgos

El nacido bajo el signo de Cáncer es afectivo, paciente y acogedor. Mantiene un vínculo arraigado con la figura de la madre, la vida de la infancia y las tradiciones, por eso es muy  hogareño.

Cáncer es introvertido y teme mirar hacia el porvenir, ya que le resulta un desconocido. No alberga el ímpetu necesario para adoptar iniciativas o destacarse por encabezar revoluciones, pero lo compensa con una intuición y una perspicacia que puede elevarlo a cotas apreciables. Es de humor cambiante, lo cual provoca que alterne períodos efervescentes con otros en los que se aparta de la actividad social y se refugia en si mismo, sobre todo si se siente atacado o herido.

Su carácter

 Cáncer experimenta cambios de humor en relación con el ciclo lunar. Cuando siente que se le ha infligido una herida en su sensible corazón, se retira y espera a que cambie la Luna. Posee una riquísima imaginaciónb y registra en la memoria todos los momentos de la vida, tanto los más tristes como los más dichosos. Muestra una veneración ante la historia y aprecia el valor de las tradiciones.

Se las ingenia para indagar en los secretos ajenos y es hábil cuando se empeña en averiguar algo que le despierta el interés o la curiosidad. Resulta ser una persona muy celosa, de debilidades, manías y pecados inconfesables. No permite que nadie se asome al rincón del alma en el que guarda sus sentimientos. Pero también sabe atrapar un recuerdo del que no desea desprenderse, la fidelidad de un amigo o el corazón de la persona que ama.

Considera el hogar el rincón sagrado en el que se recoge, dónde se repone del camino cotidiano y en el cual siente la seguridad de una atmósfera que está acostumbrado a respirar.

En lo que respecta al dinero, siente como si lo que ha amasado no le bastase para el porvenir, y no ceja en el empeño de ahorrar. No suelen darse casos de personas manirotas nacidas bajo el signo de Cáncer.

Siente debilidad por los niños, la buena mesa y el dinero.

El Amor

Cáncer alberga  el temor a la madurez, de ahí que abrigue la sospecha de que por mucho amor que pueda obtener fuera del hogar, no habrá ninguno como el de la madre.

Oculta las emociones tras el velo de un humor peculiar, puesto no desea que los demás sepan cuánto sufre, de ahí que necesite ser tratado con afecto, dulzura y ternura.

Cáncer concibe el amor como el sentimiento más importante de la vida y lo asocia al hogar, donde se cobija bajo la seguridad emocional.

El hombre Cáncer que no se haya logrado desvincular del afecto materno puede llegar a padecer en las relaciones con las mujeres. Si se atreve a crecer y atenúa el recuerdo de la relación con la madre, deseará verse protegido por la compañera, como si se tratase de una madre que todo lo consiente sin requerir nada en compensación.

La mujer Cáncer que se conforma con ser esposa y madre tendrá la oportunidad de manifestar el profundo sentido maternal que alberga, que se traduce en un profundo amor por la familia. Y si va en sentido opuesto, corre el riesgo de padecer trastornos nerviosos provocados por la represión inconsciente de la vocación maternal.

El Sexo

La mujer Cáncer no se desvive por experimentar una pasión sexual demasiado exigente. Es muy receptiva a la sensualidad, pero requiere más afecto que pasión. El romance es un elemento crucial para la excitación y la sofisticación sexual de la mujer Cáncer. La Luna llena ejerce de enigmático estimulante y la lleva a desenvolverse espontáneamente en la unión con el hombre que ama.

Tiene obsesión permanente por comprobar que es verdaderamente necesaria para su pareja. Si la compenetración física es buena, la mujer Cáncer es maravillosamente receptiva, ya que tiene una actitud sexual que irradia dulzura y suavidad, pero corre el riesgo de herir a su compañero por su humor cambiante.

Su naturaleza amorosa es más romántica y sensible que la de la mayoría de las mujeres, para ella lo que importa son los sentimientos, no las palabras.

El hombre Cáncer sigue la costumbre de ir en pos de un objetivo, simulando desinterés hasta el momento en el que se lanza definitivamente. Normalmente no revela la pasión que lo incita, porque teme que la amada lo desdeñe, por lo que emplea argucias para no acomenter el primer paso en la relación.

La ternura y la consideración del hombre Cáncer por los deseos de la mujer amada contribuye a que se sienta querida y emocionalmente acogida. En los comienzos de la relación resulta un amante exquisito.

Vive bajo el influjo de la Luna, que le provoca cambios de carácter tan efímeros como las fases lunares, por eso cuando está de mal humor durante unos días y no atiende a las insinuaciones de la amante, tal vez ella sospeche infundadamente un rechazo por su parte.

Es afectuoso y sutil, aunque enrevesado. Es experto en inventarse afrentas imaginarias. A pesar de esto, el hombre Cáncer goza de una compesada y perspicaz sabiduría que lo convierte en un excelente estratega en lo referente a todas las formas de relación humana.

Es un amante tan bueno que aporta a la mujer una particular placidez. Pero no permite que las ilusiones de la imaginación de la amada tengan prioridad durante el encuentro íntimo. Tal vez a lo único a lo que otorgue preeminencia ante el cariño y el acto sexual sea a los bienes.

Géminis, el Signo Zodiacal del mes

Del 22 de mayo al 21 de junio. Regido por Mercurio.

Sus rasgos

Géminis se distingue por ser vivaz, rápido y dotado de un sentido del humor con el que acomete los desafíos del destino. De marcado sentido crítico y mente despierta, no es amigo del respeto de las tradiciones ni sigue las convenciones sociales. El sentirse atraído por diversos puntos de atención puede arrastra a una cierta superficialidad al Géminis, que a menudo adolece de falta de paciencia para sacar provecho de lo que le depara la vida. Tiene el don de establecer relaciones fácilmente mediante la comunicación rápida. Presta mucha atención a la moda, y mantiene el afán de estar al día de todos los asuntos que estén en boga. Hay algunos Géminis de excepcional capacidad intelectual que pueden obtener triunfos sin demasiado esfurzo. Habrán de resistir después si quieren permanecer en lo alto, ya que la falta de constancia puede provocar que desciendan a tanta velocidad como ascencieron.

Su Carácter

Géminis tiene una personalidad mutante en dos vertientes. Es frecuente que no cause la misma impresión en dos personas, e incluso en la misma persona. No suele permanecer demasiado tiempo en el mismo empleo y, por lo general, alberga muchas dudas a la hora de dar el paso de compartir la vida con otra persona. Dispone del adcuado ingenio para dedicarte a tareas imaginativas y creadoras. No acostumbra a aceptar de buen grado que se le haga esperar.  Sin embargo la puntualidad no es precisamente la mejor cualidad de Géminis, prácticamente nunca llega a la hora. Es infalible en competiciones de rapidez mental. Es también un estupendo negociante y se muestra infalible cuando conviene convencer a alguien remiso a aceptar un acuerdo o una compra. Géminis encauza la vida en pos de un ideal, que no acierta a atisbar dónde está, pues cuando le parece que lo ha alcanzado, se siente pronto sediento de más y otea el horizonte para buscar su siguiente objetivo. Sin embargo, su poca paciencia, hace que deje las cosas a medias, o que se canse demasiado pronto de un objeto, una persona o una actividad, aunque más adelante se arrepienta de lo que ha dejado.

Sus virtudes son la versatilidad, la agudeza mental, la diligencia perceptiva y la flexibilidad. Sus defectos la impaciencia, charlatanería, ambigüedad, ligereza, falsedad y percepción distorsionada de la realidad.

El Amor

Para Géminis el amor físico es necesario, pero cuando se convierte en una traba para la libertad que anhela, lo repudia rápidamente, se olvida del afecto, del cariño y del calor de un abrazo acogedor, sin ser consciente de que tal vez esté desechando el bien más preciado.

El hombre Géminis lleva la curiosidad hasta el campo de las relaciones amorosas, aunque sexualmente sea un tanto frío. Sin embargo, es fácil de estimular a causa de la inquietud propia del signo; muestra deseos de saber e indagar en todas las novedades, por lo que es susceptible de manifestar ambigüedad.

La mujer Géminis es alegre, está plena de vida y dotada de una encantadora simpatía, aunque no demasiado sensual. Cuando llega a la maternidad, mantiene la juventud y resulta la mejor compañera de juegos de sus hijos.

Tanto el hombre como la mujer Géminis guardan el espíritu juvenil hasta la senectud, ya que nunca pierde el sentido del humor y una actitud receptiva ante las novedades.

El Sexo

El hombre Géminis está preparado para otorgar todos los deseos que se le ocurran a la mujer que ame, ya que está dotado de una imaginación muy variada y rica. No se enfrasca en amores terrenales de profundas implicaciones emocionales, ya que posee la sapiencia para inventar una atmósfera fantástica que contribuye a que su amante se envuelva en los sueños románticos que la estimulen en la relación sexual. Sin embargo, pasado algún tiempo, tal vez no le baste con la imaginación y entonces el hombre Géminis tiende a sufrir un desapego que no siempre satisface las ansias de amor de la mujer a la que ama.

Tiende a desconfiar vagamente del sexo si no lo contempla bajo el prisma de la imaginación. Acomete la relación amorosa con tacto delicado y sensible naturaleza sexual, recurriendo a  abrazos sedosos que despiertan en la mujer el anhelo de ser estrechada durante mucho rato. En la delicadeza, la finura y la seducción que destila el varón Géminis puede haber tanta sutileza que hay momentos en los que la mujer amada creerá haber entrado en trance antes de culminar el acto amoroso. Tiende a entregar de sí tanto como se requiere y se confía, pero ni un poquito más.

La mujer Géminis, expresa el amor físicamente en una multiplicidad de formas. Desempeña decorosamente el papel que le corresponde en la relación afectiva; no sólo acata las reglas del juego, sino que discurre una extensa variedad de opciones que mantengan embelesado al compañero. No hay nadie como la mujer Géminis para agregar alicientes al acto sexual, lo que repercutirá en la satisfacción de la pareja.

La chica Géminis anhela, quiere y ansía que la traten como a una mujer, no como a una cautivadora, y frágil muchacha. Sin embargo en el amor de la mujer Géminis existe un factor de incierto desapego, como si la mente se resistiera al abandono completo en el éxtasis sensual. Tal frialdad es debida al comportamiento doble del signo, y puede esto provocar un cierto temor en el compañero (que se pregunta si es a causa de su incompetencia).

Se siente segura y desarrolla una honda pasión cuando es amada por un compañero que adpte una actitud gozosa en el aspecto sexual, lo que será motivo de una plena complacencia. No es auténticamente apasionada, ni capaz de experimentar el amor tal como lo experimentan otras personas más emocionales, por eso es posible que tenga más interés en el intelecto y el alma del amante que en la sexualidad. Necesita oir palabras de amor encaminadas a estimular su deseo de emprender el acto sexual, pero a menudo no les presta atención, porque es impaciente y no goza de la virtud de la calma. Es inocente e imprevisible, y no acierta a concebir que resulte fácil la unión de dos personas en un solo ser. Será porque las dos partes que habitan en ella rara vez se ponen de acuerdo.